Posiblemente hayas oído hablar sobre el kale, que es un tipo de vegetal con un gran potencial nutricional debido a sus propiedades, sobretodo cuando estamos hablando de complementar la dieta para nuestra rutina y centrarnos en ciertos objetivos.
Kale es col, un tipo de col rizada para ser más concretos, y que es muy usada por los vegetarianos. Lo interesante de esta verdura es que tiene mayor contenido en proteínas que en hidratos, y eso sumado a sus solo 45 Kcal por 100 gramos de producto lo hacen un alimento ideal en muchos sentidos.
Además de estas propiedades también es una buena fuente de vitaminas A, C, minerales como el calcio, magnesio, potasio, y además carótenos. Si a todo esto le sumamos su contenido en fibra y antioxidantes podríamos considerarlo como una especie de supervegetal ideal para ajustar nuestra alimentación.
Cada vez se está poniendo más de moda gracias a todas estas propiedades, y se usa más en el mundo del deporte precisamente por que nos ayuda a aumentar la cantidad de proteínas y fibra que ingerimos sin pasarnos con los hidratos.
Las formas de utilizar este vegetal son muy variadas, y podemos hacernos desde la típica ensalada, hasta un buen cocido en el que lo añadamos como si fuera cualquier otra verdura. En bocadillos, sopas frías para el veranito, purés, cremas, o incluso hasta batidos dado su sabor tan peculiar.
Algo que tenemos que pensar a la hora de prepararnos esta verdura, es lo mismo que para cualquier otro tipo de alimento, dependiendo de cómo lo preparemos variaremos sus contenidos nutricionales, por lo que lo ideal es siempre en crudo, sin someterlo a calor.
Otra cosa sobre al kale es que nos ayudará con la flora intestinal gracias a su contenido en prebióticos, algo bastante beneficioso para nuestro organismo, y que a la larga vamos a agradecer.
¿Has probado el kale? ¿Cómo definirías su sabor?